A nadie le resulta fácil confesar lo que siente, aquellas emociones que se tiene por la otra persona y hacen a uno querer gritar (quizás de alegría o desesperación, quién sabe) En el caso de Changkyun, decidió que lo mejor fue confesar sus sentimientos mediante una carta. Lo que nunca pensó es todas las anécdotas que traería ese pequeño papelito a su vida, eran demasiadas emociones para un día, pero sin duda alguna las recodaría...y vaya que lo haría.