SEGUNDA PARTE DE "AQUEL GATO Y EL SADISTA". Ánica decide quedarse en la mansión Sakamaki... Tiene que recoger sus escombros, darle la forma humana que tenían antes y seguir adelante, Que no haya brasas en los ojos de Reiji ni nubes de humo negro en el alma de los que habitan la mansión... Algunas cicatrices por aquí y por allá serán aceptables, lo demás será echarse el dolor a la espalda, lo importante será limpiarse las cenizas... y continuar andando. -Almas inocentes.
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