Jenna siempre se ha sentido diferente. Con sus diecinueve años no aparenta mas de quince y para eso no ayuda mucho que siempre lleve coletas porque le molesta el pelo para pintar. Hija de un importante empresario y además Marqués, nunca se ha sentido a gusto en sociedad, solo cuando su mejor amigo Matt iba con ella. No encaja en ese mundo. Su mundo es la pintura, le encanta perderse en ellas. Plasmar en sus cuadros la belleza que ven sus ojos. Pero no quiere que su padre le de el dinero para su capricho, quiere valerse por si misma y por eso decide cuidar niños mientras estudia.
Así acaba en casa de Harry un joven de cabello castaño ondulado de unos impactantes ojos verde esmeralda con una pequeña hermana, que necesita de sus cuidados. Nunca en su vida vio a alguien tan hermoso, sus manos no pueden evitar dibujarlo, su mente no puede evitar recordarlo y su joven y tierno corazón no puede evitar amarlo...aunque descubra poco más tarde que es el prometido de su hermana.