PAUSADA
Algunos lo llamaban fantasma.
Otros lo llamaban bestia.
Ella lo llamaba Erik.
«El fantasma de la ópera existió. No fue, como se creyó durante mucho tiempo, una inspiración de artistas, una superstición de directores, la grotesca creación de los cerebros excitados de unas cuantas señoritas del cuerpo de baile, de sus madres, de las acomodadoras, de los encargados del vestuario y de la portera.
Sí, existió en carne y hueso, no obstante que tomara toda la apariencia de un verdadero fantasma, es decir de una sombra».
Al rededor de todo el mundo corrió la noticia del rapto de Christine Daaè, la desaparición del vizconde de Chagny y la muerte de su hermano Philippe. Los cargos fueron atribuidos a un hombre que muchos creían un mito, una superstición - un fantasma.
Un fantasma que, después de perder a su primer amor, se esfumó sin decir nada.
Hasta que Anya entró a un camerino en particular y de pronto, la inexplicable aparición ha vuelto a atormentar la Ópera Garnier. Cartas, gritos, amenazas y muerte; todo por conseguir el amor de una joven escritora que no añoraba el escenario, sino la privacidad de un cuarto maldito.
Pero cuando ella corra a los brazos de un apuesto hombre francés, la historia se repetirá. Pues el fantasma de la Ópera está de regreso, y esta vez, no piensa quebrar las cadenas de la muchacha como hizo con Christine Daaè.
»Se recomienda leer antes la obra de Gaston Louis Alfred Leroux, "El fantasma de la Ópera", pero no es completamente necesario.