- Vamos, corre. Nos alcanzan- Grito.
No me preocupo por mi tono de voz, porque sólo él me escucha y me ve.
- Perdón, Alyssa. Sabés que no puedo correr como vos.
- Acá sólo soy Katten, no lo olvides. Ahora corre, dale.
No me puedo cansar, mi metabolismo no me lo permite. No soy alguien normal, no soy humana. No después de todo lo que hice y de todo lo que me pasó en estos últimos meses.
- No puedo más, vete. Déjame, no soy su objetivo. Vos lo sos, salvate.
Salvarme? Es lo que menos quiero. Deseo deshacerme de esto, de mis poderes.
Estábamos a punto de salir de aquella iglesia, cuando la gran puerta se cierra de forma violenta. Y ahí ocurrió lo que más odiaba, Magia.
- Mi amor, preparate. - Susurro, llamando su atención un poco, demasiado, agitada.- Porque acá correrá sangre y de la buena.- Murmuro antes de empezar mi espectáculo.
PRÓXIMAMENTE.
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En la cima de la montaña, el aire es más frío y el silencio más ensordecedor. No es solo la nieve la que cae en el descenso, también lo hacen las certezas y los miedos. En el mundo del snowboard, cada salto es un riesgo y cada curva puede cambiarlo todo.
Sue Harper ha pasado su vida deslizándose entre expectativas y sueños, buscando algo más que aplausos: la certeza de que su lugar en la cima le pertenece. Pero cuando la línea entre la ambición y los sentimientos se vuelve borrosa, el verdadero desafío no está en la pista, sino en mantener el control cuando el corazón quiere lo contrario.
En un espacio donde la lealtad, la rivalidad y la libertad chocan como avalanchas, aprender a confiar puede ser más peligroso que cualquier caída. Porque el hielo guarda secretos, y a veces, lo más difícil no es llegar arriba... sino no perderse en el camino.