Siempre he creído en la magia . De pequeña me encantaba mirar al cielo por si podía ver como caia un estrella para pedir un deseo y que se hiciera realidad. Pero fui creciendo y me di cuenta que existían otro tipo de magias, que nada tiene que ver con pociones, con "bi di ba di bus", ni con castillos hechizados. Hablo de otro tipo de magias, como la de los imposibles, aquellas cosas que creías pérdidas pero hiciste algo, o paso algo, y se hicieron posibles. Como la magia de una mirada. Como la magia, de una conversación a las tantas de la madrugada con tu mejor amigo o amiga. Como la magia tan grande de un abrazo y la increíble magia de un te quiero. Y es que desde mi punto de vista, no hay mayor magia que aquello que sentimos, eso que nos dice el corazón, porque cariño he de decirte, que el corazón habla y a mí me gustaría contarte todo lo que me dice.