soy Alex tengo 18 años y créanme soy todo lo que una madre no quiere para su hija según ellas soy un chico malo por tener tatuajes, drogadicto y que no hace nada para valerse por si mismo pero lo que ellas no saben es que todo lo que hago es solo para sobrevivir en este mundo tan rutinario y mundano con gente que solo te juzga por tu aspecto, gente tan cerrada de mente, gente que piensa que por tener el mejor carro o casa o ser superior a los demás te hace mejor persona pero esas personas que ustedes las ven gloriosas pueden ser las mas repugnantes. Y como la mala suerte me persigue me tengo que encontrar con gente así pero también llega alguien que con el tiempo se convertirá en unas de las personas mas fundamentales en mi vida y espero que eso no cambie.
Sara
estaba enojada, pero conmigo misma, el tenia razón prefería aguantar años de sufrimiento a que estar sola,siempre le tuve miedo a la soledad, pero me di cuenta que siempre estaré liada con ella y debía aceptarlo.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...