- Quien diría que el amor nacería en un jardín Azul ¿no?- pregunto apoyado y cobijado en la sombra de un árbol, un joven apuesto de ojos azules, con la piel tibia y acaramelada por el sol mientras entre sus brazos una morena reposaba contra él y leía un libro de amor. - Quién lo diría...¿no, *****?- le sonrió la joven a su amado, la sonrisa iluminaba su rostro y hacia brillar sus ojos oscuros, tan contrarios a los de su amado y ahora lleno de vida *****.