Vendrá ésta noche, como en todas las anteriores. Trepará por la pared y se esconderá en el armario o debajo de la cama. Esperará la hora exacta, cuando relaje los músculos del cuello y entorne los párpados. Sé que voy a sentir miedo cuando escuche su respiración en la cocina o el viento frío de sus pasos acercándose por el pasillo. He intentado convencerle de que estoy débil y ya no sirvo, mis mejillas están muy pálidas. Pero el vampiro no cree en mi mentira y tampoco escucha, sólo ríe de mi crucifijo.