«Nunca estarás solo»
Jamás en su vida había dudado de su sexualidad, pero cuando conoció a aquel chico de ojos verdes y piel canela sus dudas comenzaron a surgir.
Joel no era de esa idea de "jamás andaría con un hombre" porque a pesar de estar seguro de su heterosexualidad sabía que todo podía pasar.
Pero aquí el problema no era Joel o su heterosexualidad, sino Hanna, su homofóbica e insoportable novia, desde que empezó a sospechar de los sentimientos que nacían del pequeño ojiverde hacia su novio intentó separarlos, le prohibía a Joel que Erick se quedara a solas con él y un sinfín de cosas hirientes que harán que Erick se sienta mal y tenga cada vez menos ganas de intentarlo.
Miles de lágrimas, miles de intentos, risas, reconciliaciones, rechazos y sufrimiento forman parte de los obstáculos que Joel y Erick tienen que superar para poder estar juntos, pero no se puede esperar por siempre. La llama que ardía con tanto fulgor puede ir apagándose poco a poco hasta convertirse en las cenizas de una ilusión perdida.
-No me dejes solo- suplica Erick con un miedo inefable en la mirada.
- Nunca estarás solo- confirma Joel y el hueco que había en el corazón del ojiverde fue llenado con esas 3 simples pero significantes palabras- Jamás te dejaré.- dice finalmente y procede a besar suavemente los labios del pequeño.