Acompaña a los 3 chicos que tienen la misión de limpiar el buen nombre de nuestro dios favorito, el dios de la creatividad, señor de la locura, duque del arte y rey de la diversión, el gran y inigualable Sheograt de Babilion, quien ha sido rebajado a el mal del mundo por sus envidiosos hermanos dioses.
Dos no saben como murieron, pero recuerdan toda su vida pasada y la misión que les pidió cumplir el dios que los dejo renacer con una habilidad de locos a cada uno, mientras que el otro es un casi graduado en la academia de héroes, pero no resalta en nada más que la magia y casi nadie lo toma en serio pues los magos casi están extintos y hasta lo maltratan por no tener una marca de protección de alguno de los 5 dioses
¿Qué pasará cuando cada uno desboqué su habilidad y se reúnan?
¿La típica historia donde el prota muere y reencarna en otro mundo?
Vamos eso esta muy usado, ¿qué hará, se llevará una habilidad chetada, tendrá una diosas inútil pero hermosa que lo menosprecie y se hará su harem antes de salvar el mundo?
Pues no, serán tres, y dos vendrán de dos lugares muy peligrosos de nuestro mundo... México y Loquendo City
Bueno, que si, es una historia de un estilo muy usado, pero cada quien trae su pisca de aportación a este sobrexplotado genero, pero yo también quiero dar mi aportación así que preparence para la locura que este mundo de fantasía puede darles... después de todo
-Un otaku y gamer que aprende cualquier habilidad/capacidad con solo verla una vez y la puede ejercer sin ningún tipo de restricción
-Un loquendero "serio" que puede abrir un portal hacía una dimensión donde el es el dios absoluto y no hay nada que no pueda hacer
-Y un nativo de esta fantástica tierra que puede paralizar a todos y todo lo de su alrededor
¿Si, seguro que es otra del montón verdad?, pasa se que si quieres historias de este tipo
Te gustara la mía
Una extraña obsesión.
No supo cuando ni como empezó, era extraño que cada vez que lo veía sus instintos se ponía a flor de piel.
Su nombre era Daenerys Targeryen, y su vida había estado marcada por una obsesión silenciosa pero profunda: Jacaerys Velaryon.
Pero, como las olas que golpeaban la orilla, su obsesión se estrellaba contra la dura realidad de que Jacaerys parecía tan distante e inaccesible como el horizonte mismo.