Zoe era algo perra. Ella tenía demasiadas barreras que la ocultaban de ser frágil y estúpida. Pero había llegado alguien a revolver todo lo que había logrado crear con los años.
Trenton, el estúpido Trenton.
Ella odiaba su sonrisa de lado. Odiaba su timidez. Odiaba sus momentos de seguridad. Odiaba el hecho de que todo lo que trataba de odiar, terminaba convirtiéndose en cosas que le encantaban.
Pero más que todo odiaba el hecho de que pasaba sus barreras sin grandes problemas.
Puto Trenton.