Azana pasa sus días sumergida en sus estudios, su Instagram, sus series de televisión... Los quehaceres diarios la absorben de tal manera que jamás podría llegar a prever lo que estaba a punto de ocurrirle. Su joven mente no estaba preparada para sentir una emoción tan fuerte, que iluminaría cada hueco de su alma. Descubriría una manera de conectar con alguien desde lo más profundo de su ser.