Verle sonreír, con sus hermosos ojos brillantes de emoción... sintiendo amor, o eso dice que siente. Saber que solo una persona puede tener del todo su cariño, y es desgraciadamente desperdiciado... peor aún, no valorado. Todo resulta frustrante. El amor es ciego, y ella es claro ejemplo de ello. No se da cuenta de todo lo que merece y todo lo que pierde al estar con él. Ella es difícil, sí, pero es todo amor con quien quiere realmente. Sabe amar sin límites, incluso, perdonar aunque no lo merezcan. Sabe mantenerte encantado, aunque en ocasiones resulte tímida e insegura. Perfectamente podría enamorarte aun cuando esa no es su intención. Te hace sentir especial, escucha, te da consejos y lo más importante, te hace sentir que le importas. Parece estar siempre... cuando nadie más lo está, y por ello, es la más linda persona que haya conocido jamás. Su corazón es tan noble... y aun así... sufre. No es justo. Me duele. Duele verla llorar, duele verla decepcionarse una y otra vez del mismo patán. Y que, aun de esa forma, lo siga queriendo, como dice nunca haber querido a nadie más. Solo me queda una cosa por hacer... estar ahí. Ser su apoyo y levantarla, y sobretodo... jamás juzgarla, porque, ¿es su culpa estar enamorada? Para nada, pero sí está en mí quitarle la enorme venda que tiene y demostrarle cómo debería ser amado alguien tan valioso como lo es ella.
Solo espero que en el proceso, no sea yo quien termine con el corazón roto...