Yo soy una chica -literalmente- carecente de libertad, (okey no). Lo único que quiero en este instante es ser libre, de elegir, de poder equivocarme, de vivir. Quiero hacer lo que en verdad me apasiona, pero me tienen atada de manos, con la boca cerrada y una cadena bien apretada. Mi vida se basa en recibir ordenes y cumplirlas como si de un perrito se tratase. Todo tiene columnas, esquemas y orden. Cada cosa tiene su lugar, con un camino libre para caminar recto y sin desviarse. Es fácil, si no cumples y eres la mejor en todo, castigada vas a estar. Lo se, suena terrible, pero el punto es que lo es. Asi que, si queres: estoy dispuesta a contarte mi martirio.