Mis peores años aún no llegan
pero se que esto es la realidad.
No esto no es el fin del mundo
solo es un simplemente momento.
Mis lágrimas ya han caído
caen sin prisa al precipicio.
Mi corazón grita por tu regreso
aferrándose a tu olvido llorando tu rechazo.
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Si bien el humano ha evolucionado aún creemos que el adiós o rechazo de alguien es el fin del mundo, esto es simplemente algo estúpido, pero todos vivimos, viviremos o vivieron esto.
El no ser amado o no sentirse amado por nadie, es uno de los peores sentimientos que existen, más cuando es nuestro corazón el que siente aquello, obviamente hablando metafóricamente.
No, no soy yo quien te dirá que todo esta bien, porque eso lector mio, eso es ignorancia, si es cierto no todo esta perdido, no todo es dolor, pero no todo es color de rosa.
Cuando menos lo esperas caes en las manos del dolor, de la depresión y en ocasiones no sales jamás, pero a veces solo a veces ves una pequeña salida, ya sea esta, una actividad, una persona, o en los peores casos la muerte misma.
No todos tenemos la misma resistencia para los sentimientos, pero tampoco debemos ocasionar aún mas dolor.
Esta historia sera narrada por el fantasma de una chica, una que amo con locura y por otra chica que fue amada con locura y término en la amargura.
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Basada en hechos reales.
Créditos a los artistas de los dibujos y canciones que se usarán.
Tercer libro de la serie amores de la mafia [EN PROCESO]
Crecer como la hija de uno de los capos de Italia solo tiene una ventaja -tener un matrimonio asegurado-, y para mí no es una ventaja porque tener matrimonios concertados solo te convierte en la esclava sexual y fábrica de bebe. Cosa que me niego rotundamente a ser.
Pero vivir en una ciudad donde tu padre tiene ojos en cada esquina y miles de voces que le informan las cosas antes de que pueda suceder es una tortura y esa tortura me llevo a contraer matrimonio con él, Alessandro Lucchese.
Esta es una historia que me pertenece en su totalidad. No permito ni acepto copias, adaptaciones, reproducciones, transcribir o trasmitir por cualquier medio físico o mecánico sin mi consentimiento.