PFEIL

Ella no quiere saber nada de mi.
El quiere saber que fue lo que hizo mal.
La pusieron en contra de el.
Y el que fue no lo va a perdonar.

Te sientes indigno de ella.
La miras.
Te arrepientes.
Recuerdas todas las peleas, gritos, risas, besos, coqueteos. ¡Joder!.
Es la mujer perfecta. Prometes no volverlo a hacer, pero en cuanto pasa un par de piernas largas que te seducen y te invitan a explorar se te olvida; olvida sus besos, sus caricias.
No te culpes.
No estamos hechos para amar.

-Solo recuerda seguir el camino de las flechas- dijo algo cansado y con lágrimas en los ojos- que solo eso nos reencontrara de nuevo.
-Brian..