Un pasado plasmado en un diario, un guión, una película... Todo esto no son más que componentes que descolocarán por completo la vida de Enrique Goded, un director de cine madrileño, que se ve envuelto en una esfera de recuerdos en el momento en el que un tal Ignacio Rodríguez entra a su despacho una mañana, alegando que fueron compañeros de colegio.