Si tuviera que decir donde comenzó todo, diría que fue en séptimo grado; En casa de McLaren. Fue un fin de semana y las chicas se unían a nosotros por primera vez. Las chicas se vestían y actuaban diferente, los chicos, bueno, seguíamos siendo nosotros. Esa noche la pasamos como siempre, jugando videojuegos, mientras las chicas cotilleaban entre ellas. La noche pasó sin más, los padres comenzaron a recoger a todos; esa noche en particular Gen se había portado muy extraña, me evito durante todo el rato. Al final solo quedamos Lara jean y yo en la planta baja, John se encontraba arriba desde que comenzaron a llegar los padres. Lara jean, jugaba con su teléfono. Cogí aire fuertemente y suspiré resignado. Fue ahí donde percibí el olor que emanaba de ella. -Tu pelo huele a coco. -Dije. -¿En serio? ¿Lo puedes oler desde allí? -Pregunto. Haciendo una mueca divertida. Me acerqué más a ella y olí de nuevo asintiendo. -Sí, me recuerda a Hawái o algo así. -Gracias. -Dijo dudando. -He estado cambiando entre este de coco y ... -Deje de escuchar, únicamente podía concentrarme en las expresiones de su rostro. Lara jean se veía muy tierna, y olía delicioso. De todo nuestro grupo, Lara jean siempre era la niña más inteligente, siempre estaba un paso por delante de nosotros. Mire sus labios moviéndose, y escuche su voz. -Cabello más suave... -Sus labios dejaron de moverse, y ella me miro atentamente. No lo pensé más, solo me incline hacia ella y la bese... Fue un beso rápido, solamente roce mis labios con los suyos. El rostro de Lara jean pasó de incrédulo a enfado. Fruncí el ceño e intente no molestarme. Pronto el padre Lara jean vino a recogerla y el silencio tortuoso se acabó. Pero ese no fue el comienzo. Esa misma noche Genevieve me llamo a casa y quedamos en vernos al día siguiente. Ella me gustaba, y sabía que yo le gustaba, ese día nos besamos, y ella sonrió tan satisfecha y feliz, que se sintió bien. Y ahí fue donde comenzó