Los padres de Eddie le han regalado un cuaderno para que plasme sus sentimientos en ellos, todo por petición de la psicóloga del joven muchacho. Eddie lo considera estúpido y molesto, ya que él escribe desde hace mucho tiempo y sus padres nunca se habían dedicado a conocerlo. Así que se decide rotundamente a jamás tocar esa cosa. Excepto cierto día que volvía de la escuela muy enojado y decide escribir las cosas que odia y detesta. Lo que no sabe Eddie es que pronto se hará una costumbre, y muy pronto ese pequeño cuaderno se verá abarrotado de un sinfín de ideas sobre una persona: Elleb.