Ya desde la primera parte del libro -por no decir desde el título- hay esa interpelación sincera hacia el lector: un libro de poesía, un poemario, comienza con un manual de instrucciones. Oliveira anota las "Instrucciones para escribir con la mano izquierda". Y el lector, desconfiado y feliz, se encuentra entonces con las indicaciones y consejos para lograr ese proyecto que, como escribe Oliveira es "maravilloso e impopular". Alguien podría situar el sesgo político, el sesgo de izquierda que, camuflado en el texto absurdo, se intenta metaforizar. Esa lectura es válida, pero sería a la vez muy incompleta y superficial. Intentaremos hacia el final de este artículo retomar este punto.