No quiero que te dañes, ni que me hagas daño. Así qué, retira las esperanzas sobre mí, yo no soy de las que creen en el mañana ni seguirán una rutina. Es posible que no quieras follar a las tres mañana; ni que te parezca pasar desvelos sólo para preguntarte viendo la luna si crees en que ella también siente. O como se sentiría, que viera al mundo girar, solo por ella.