Me miro desde ese día y acaricio mi pelo, mis ojos ya no me duelen, se reflejan en los te quiero de cristales transparentes y puedo verte a lo lejos. Los besos saben a tierra de esa que hay por medio de entre tus manos y las mías; un salobre sabor añejo hay rondando mis cristales y mis ojos yacen secos. Desde aquel día me miro en mis ojos; con tu espejo; con la belleza de un alma tan cercana en un cuerpo que está lejos y aun así se siente el calor entre mis ojos..Все права защищены