La vida es tan inesperada que una vez que decide dar una mala jugada, es imposible para el ser humano evitarla. Entre la desesperanza de un último aliento, en las lágrimas cargadas de tristeza y la agonía de un corazón roto, el amor nunca marchitara. Otabek Altin sufre un grave accidente que le dejara debatiéndose entre la vida y la muerte, agonizando palabras perdidas en sus más grandes anhelos mientras su alma se encarga de vagar y gritar entre aquellas palabras que solo él mismo podía escuchar.