Locuras en Londres

Natalia solo quería demostrarle a su padre que era una adulta responsable, lo suficiente como para que él la dejará tomar aquel avión a Londres. Por desgracia, ser Asistente de policia no era la mejor forma, menos si tenia que hacer tres arrestos serios en una ciudad donde la gente no parecía tener el menor interés por quebrantar la ley.

Arthur, él solo había ido de fiesta con sus amigos ¿qué era lo peor que les podía pasar? Desde luego, un arresto no entraba en sus planes. Tenía asuntos importantes en Londres y estaba a punto de conseguir un importante ascenso en la empresa familiar. Pero a veces el destino nos juega una mala pasada. Natalia no tendría que haber aparecido en su vida para tirar por la borda todo por lo que había trabajado.

Pero lo hizo. Ahora Arthur quiere la revancha.

Y la tiene solo un piso abajo, el blanco perfecto para gastar bromas y cobrarse el haber perdido su empleo. Nada podía salir mal. O tal vez si, al fin y al cabo, dicen que del odio al amor solo hay un piso; pero ellos son enemigos declarados, no importa la atracción que sientan, siempre seguirán peleando.

¿O no?