¿Qué tan posible puede ser que el amor de tu vida, la mujer a la que más has amado en todo el jodido mundo te dispare? Sí, tal vez pareciera un hecho sumamente difícil de imaginar, pero para Adam Pride, aquello se hizo realidad. Lastimosamente, no, no era sueño, ni mucho menos una pesadilla. Era la verdad. Una verdad tan ensordecedora como recibir un golpe en la cabeza. Se suponía que Cloe era su vida, la luz de sus ojos y en resumidas cuentas, su todo. Pero ahora, toda su realidad se veía afectada por un suceso de hace un año, donde sin siquiera pensarlo dos veces, ella le había disparado dejándole en coma. Así que su único deseo, después de levantarse de esa maldita cama, era encontrarla, y no le importaba tener que mover cielo, mar y tierra para hacerlo. La encontraría. Y haría que su último suspiro quedara anclado en sus manos y en la bonita arma plateada que con tanto cariño reservaba para ella.