¿Qué estarías dispuesto a hacer después de perderlo todo? ¿Realmente tu alma estaría preparado para todo aquello? Las respuestas quedaron suspendidas en el aire, como un vídeo que alguien dejó en pausa para verlo después. El problema era que nadie había hecho aquello, nadie le dio el tiempo suficiente para responder porque en realidad... No tenía una respuesta que dar. Estaba obligado. Tenía una vida que vivir, o eso era lo que creía.All Rights Reserved