Harry sufre de fobia social y no ha hecho ni un solo amigo de los 3 años que lleva viviendo en su vecindario. Louis se acaba de mudar a la casa de sus abuelos por ciertos problemas económicos en la suya. /// Alguien toca insistentemente su puerta y no se llega a imaginar quien puede ser, su madre y sus amigas llegan en dos horas. -Hola.- Saludó un chico de mas o menos su tamaño pero no lo miro demasiado, ya se sentía abrumado por tener a un desconocido al frente. -Hola.- Respondió en un susurro bajo sin hacer contacto visual. -Me dijeron que eres Harry y al parecer eres la única persona joven por aquí así que quería conocer al tal Harry y ver que tal.- La voz del chico sonaba emocionada y sin una pizca de timidez Harry quería eso. -Yo eh.- Dudo mientras encontraba una buena excusa. -Lo siento Harry, me he olvidado de algo.- el chico detuvo su discurso y Harry vio una mano extendida. - Yo soy Louis vivo al frente.- Harry vio su mano por varios segundos pero finalmente la tomo y subió la vista para ver a esos ojos azules llenos de emoción y entonces no tuvo miedo y se sintió como la persona mas social del mundo. -Un gusto Louis.-