Una sala triangular con un espejo en cada pared... Tres opciones. Resurrección. Juicio. Búsqueda. Es hora de que decida que quiero hacer con mi muerte... Me desperté de un susto. Había sido el sueño más real que había tenido nunca: estaba en mi coche, con mi música, llovía e iba a toda velocidad. De repente el coche de delante perdió el control, y entonces, el impacto. Ya no recordaba nada más. [...] Me encontraba en el suelo de una habitación que no me resultaba familiar. [...] Golpeé la puerta con desesperación, estaba encerrado; me senté en el suelo, abatido. [...] Unos instantes después se abrió de golpe y una figura apareció. [...] Parecía un hombre, el cual me ayudo a levantarme. -¿Dónde estoy? -le pregunte consternado. Se saco las gafas y se la guardo, tenía los ojos completamente blancos. -En el limbo chico,-dijo con serenidad- siento decirte esto, pero estas muerto.