Una cicatriz no se puede olvidar fácilmente ya que es una marca que quedará en tu piel y un recuerdo en tu mente. Una cicatriz sea grande o pequeña puede ser por cualquier cosa. Mi cicatriz no se puede ni tapar, ni ocultar y menos olvidar. Mi nombre es Angelina Vólkov Leroy. En este año cumplo 15 años. Mi vida es complicada pero mi madre y yo trabajamos para tener al menos comida para cada día. Adam Ainsworth Diamond, descrito por la mayoría de las mujeres como el hombre perfecto e imposible de alcanzar algo en lo que no estoy ni en acuerdo ni en desacuerdo. Pero cada uno tiene sus defectos y él tiene un mogollón. Si esperas que está historia sea como las otras te agradecería que te dieses la vuelta porque si de verdad quieres leer este libro hazlo desde el corazón. Aviso. Si acabas llorando porque tu personaje favorito murió, lo siento mucho. (Espero no ser la única que llore).All Rights Reserved
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