El guardián, destrozado, echa a Stingray de su cárcel. Éste planea una forma de vengarse del otro, mientras reconstruye poco a poco su imperio. Warden comienza a recibir notas extrañas por las noches, preguntándose quién podría ser, y si realmente quería conocerlo. No se imagina que dejar libre a la mantarraya fue el peor error de su vida.