Ella era todo para mi. Estirada al otro lado de mi desgracia...Me dijo que me muriera, por eso la asesine. Más no quería asesinarla, estoy maldito...Es un imposible, un mito en el que quiero creer, una canción que nadie canta...Dinero, sangre y amor; lo necesario para mantener la sangre sucia...Todo es relativo y nada es fantasioso. Un óbice rasgando mi alma, el otro lado del espejo. La historia de un homicidio, La historia de mi sangre...All Rights Reserved