.22% ese porcentaje fue (para mi aun lo hace) lo que nos podría definir
La historia ya cuenta con un desarrollo y un final, recordar el inicio me es difícil, aceptar el final me lo es aún más, los pocos o muchos que lean esto ya sea en cuanto a lo publique o en algún futuro distante deben saber una cosa y eso es que pasen los años seguiré contando esto con la misma energía con la que lo hare ahora, pues en la vida hay muy pocas personas con las que nos topamos y nos hacen sentir tal cantidad de sentimientos, muy pocas a las que dejamos entrar a lo más profundo de nuestro ser y les damos las llaves para que hagan de nosotros lo que ellos decidan
Esta historia... no estoy seguro de que se trate, podría clasificarla como una historia de amor... pero eso la haría simple, quien sabe, tal vez lo sea para ustedes, pero para mí créanme que no lo ha sido
¿Hay culpables? se podría decir que no, pero si hay que buscar a uno me culpo a mí, por haberme apresurado, por haber confundido las cosas, por querer forzarlas para que fueran algo que tal vez pudo haber sido si tan solo hubiera dejado que la corriente me llevase.
Esta es la historia de un patán, mi historia.
Historia de Ovidio Guzmán López.
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No había forma de que un amor tan prohibido acabara bien, aún así Ovidio Guzmán y Atenea Salas creyeron el uno en el otro, o eso parecía...
En el amor y en la guerra lo que importa es la lealtad, cuando está se traiciona no queda más que pelear.
El le confiaba a ella su vida, pero no la de su familia.
Ella le confiaba a el su muerte, pero no la de su gente.
Un consejo de su padre nunca lo dejaría caer, de un ratón no solo tiene el apodo y su sangre Guzmán le daría la agilidad