Inside the Laberinth of the King

Hay que obedecer al rey, Hay que amar al rey, él es tu creador, él es tu única salvación.

El albino trataba de someter sus pensamientos, sus deseos y dejarlos en el olvido.

¿Incluso si eso significa dejar ella tome la corona? ¿Dejar que lo único que mantiene mi existencia se desvanezca como el humo?- cuestionaba el guardián del laberinto hacia el archiduque.

Otra vez temía de sí mismo, otra vez dudaba.

Solo así el rey podrá cumplir tu deseo, ellos son simple fichas para mantener la concordia en este lugar -contesta aquel hombre de rango superior con gran indiferencia.

¿Realmente valía la pena todo esto por una paz superficial?

¿Y qué sucedería si ellos deciden ir en contra del rey?

Simplemente quedarían en la inexistencia, de cualquier modo, si no ganaban no tenían otra posibilidad más que la muerte, ya que ellos ni siquiera respiran.

Yo tampoco respiro.