Ella era simple y torpe, él era complicado y audaz, a ella le apasionaba la danza, a él le apasionaba el Basketball
Se pueden nombrar un millón de cosas distintas, pero algo en común había, como estos dos individuos distintos se unían, un pensamiento, una leyenda, los hilos rojos.
Cuenta la milenaria leyenda oriental sobre los hilos rojos del destino, un hilo invisible el cuál une a dos personas, que sin importar en que circunstancias, tiempo, lugar, etcétera, están destinados a encontrarse.
El hilo se puede estirar, enredar o contraer, pero jamás romper.
Esta creencia es su propio hilo rojo, por la cuál están unidos sin saber la existencia del otro, pero lo saben, lo saben con certeza, saben que el día que se encuentren, podrán ver el hilo rojo uniéndolos.
Una bailarina y un jugador de baloncesto, creyentes de aquella leyenda, suena a película, donde se encontrarán y se enamorarán, espera, ¿Enamorar? ¿Se llegarán a enamorar? Están unidos por el hilo rojo, pero, ¿Pueden dos personas completamente distintas enamorarse?
Una noche en Las Vegas cambia la vida de Nailea, cuando despierta casada con Alex Milani, un carismático piloto de Fórmula 1.
Lo que comienza como una farsa para evitar un escándalo mediático pronto se convierte en un torbellino de emociones, atracción y secretos.
Entre el brillo de los eventos de alto perfil y las sombras del pasado, Nailea y Alex deberán enfrentarse a sus diferencias y a una conexión inesperada que podría unirlos... o romperlos para siempre.