-Tenemos que hablar- mi estómago se revolvió, asentí y deje que comenzaras a hablar.-No sé por dónde empezar, lo único que tengo en claro es que lo nuestro debe terminar, no te diré las típicas palabras 'No eres tú, soy yo'. Tenía pensado terminar con esto antes, pero siempre que te veía, te juro que las palabras se quedaban atoradas-. Mis ojos ardían, mi pecho quemaba, sentía que si no fuera por esa barra en donde estaba recargada perdería el equilibrio, ¿Era verdad lo que estabas diciendo?¿Tú serias capaz de hacerme daño?¿Porqué? ¿Porqué hoy?.