¿Floja? De nacimiento. ¿Estúpida? No creo. ¿Fácil? Tanto como volar. ¿Con novio? Depende de quién pregunte. ¿Sexy? Tanto que cuando me baño el agua se calienta, o sea, por favor. A lo largo de toda mi vida, aunque suene un poco presuntuoso, he tenido muchos postulantes a novio y, por todos aquellos que me rechazaron un día, mi respuesta siempre ha sido la misma. Sé lo que están pensando, ¿Seré acaso la típica chica nerd? ¿Asocial? ¿Friki? ¿Rara? Pues mi respuesta para todo es un rotundo "NO". Aunque se puede decir que no siempre fui así pero... ya me estoy desviando del tema principal. Para quienes no me conocen, mi nombre es Caitlyn Moore pero mis amigos me dicen "la rompe corazones", para los que no entendieron, ya lo comprenderán. En fin, realmente siempre creí que el amor era un simple y fastidioso cliché que las personas inventaban para negar su triste y nefasta realidad de la cual solo podían escapar con una dosis de ingenua imaginación. Pero todo eso cambió desde el momento que pasé de ser una simple chica de New York a una chica completamente confundida y problemática (Y por problemática no me refiero a copiar en los exámenes o escaparme de casa) de California. Hasta que tomé la decisión más difícil de mi vida, que no tiene nada que ver con qué ropa ponerme o si comprar ese clip de Prada que cuesta más que una saga completa de mis libros favoritos. Esa decisión cambió mi vida por completo y estoy segura de que la de él también. Para descubrir quién es "él" y por qué cambió mi vida, continúa leyendo esta historia que no es exactamente (o totalmente) de amor.All Rights Reserved