Cuando abrí el grifo para llenar la bañera, el agua salía con un tono rojizo y un olor fétido, como si en ese lugar se hubiera presenciado una masacre; era sangre en su forma más cruda y explícita, me asusté, intenté salir, pero la puerta no cedía a mi fuerza, la sensación de hostilidad en el ambiente era increíble.All Rights Reserved