Fiona Wallen nunca se había complicado tanto como el día en que tropezó con Jordan Hansen en una situación muchísimo más íntima de lo que debió haber sido, dada la naturaleza de las cosas. A inicios de la primera década del 2000, en un mundo donde ser heterosexual está más que mal visto, Fiona no tiene ni la menor idea de si es que se ha metido en un problema porque, ¿podría decírsele así? ¿Incluso cuando es lo que tanto le ha dado sentido a sus días? Solo sabe que Jordan Hansen llegó a su vida para quedarse, con todo lo bueno y lo malo de ello. Y es que, ¿acaso hay realmente formas de amar mal? (Antes llamada HETEROFOBIA.)