El Imperio de Freezer va creciendo a pasos agigantados, pocos son los que se le oponen o se le resisten. Diez años después de la exterminación de la raza saiyajin, Freezer se da cuenta de que le falta poco para terminar con la conquista del universo, pero también nota que necesita un último empujón; una tecnología muy avanzada que les permita construir unas naves todavía más veloces a sus inteligentes y aplicados científicos… Un momento, ¿a qué científicos?
<<¿Que no hay tenemos científicos? ¿A qué estáis esperando para buscarlos?>>
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Bulma Briefs, una joven adolescente quinceañera tiene todo lo que cualquier chica de su edad pudiera desear: la ropa más cara del momento, los accesorios y complementos más envidiados, la mejor vivienda que hay sobre la faz de la Tierra… Eso sin contar a sus mejores amigas con las que asiste a todo tipo de fiestas de lujo y a un novio bastante agraciado físicamente que va a su misma clase en el instituto (obviamente, su centro de estudios, el más prestigioso del mundo).
La vida de Bulma parecía envidiable, y sí, puede que lo fuera, o al menos hasta que un día como otro cualquiera tuviera que dar un vuelco totalmente inesperado.
Una mañana antes de ir al instituto, unos soldados de Freezer aparecen en la puerta de su casa y siguiendo órdenes de su superior, deciden llevarla con ellos contra su voluntad, debido a que la muchacha cuenta con el nivel de inteligencia más alto del planeta Tierra.
<<Si eres buena chica, trabajas bien y no das problemas, en un año podrás estar de vuelta>>
Doce meses, sin su familia, sin sus amigos. Sola. Solamente ella. Junto con su orgullo y sus ganas de sobrevivir entre monstruosos asesinos despiadados.
Así, Bulma viajará, madurará y conocerá individuos de otros planetas, algunos menos agradables que otros. Y para colmo, Vegeta, el joven y arrogante príncipe de los saiyajin, tan terco como atractivo, será el encargado de complicarle la vida, la mente y… ¿ el corazón?