Vivir a base de mentiras e ilusiones es como un arma de doble filo, no sabes que percusiones habrán en el futuro y cuales te afectaran. El creerte tus propias mentiras es aun peor, te ahogas en un vaso que tu mismo llenaste e hiciste beber a otros. Pero él llego y no tuvo limites. Además de vivir y creer en sus mentiras, tuvo que caer por el sentimiento que mas hiere y calma a el alma del ser humano. Enamorarse de tus engaños no es para nada bueno... ni mucho menos pensar que ellos son los que te retienen ... literalmente.