El Dilema de Bridgett

Desde los 12 años, cuando su cuerpo pasó por una transformación que a muchas chicas les desagrada, Bridgett comenzó a cohibirse. Ver como sus amigas crecían, y no solo en su altura, le hacia creer que con ella las cosas serían igual con ella.
Pero no fue igual, lo que la impulsó a ser insegura.

La adolescente tiene la idea de pensar que su físico lo es todo, empeñarse por arreglarlo y esconderse del mundo hasta que su error no se haya resuelto en totalidad.

En cambio Justin Frederick es su opuesto totalmente, es seguro y dispuesto a seguir adelante sin importarle los comentarios de los demás, el típico chico arrogante y jodidamente guapo, que cuando al mirar al frente, enfocado en su camino choca con Bridgett.

Ambos crean un interesante vinculo, que hace a Bridgett cada ves más segura, y él está dispuesto a superar los propios estándares de la rubia, dándole a comprender que ella le interesa, y no por su cuerpo.

Y entra en el juego una autoestima tan dañada y una tan fortalecida que es imposible no engancharse entre si.