me coloco en su hombro y toda la camisa se levantó, mi trasero estaba expuesto con toda naturalidad, quise bajar la camisa pero siempre regresaba a mi cadera, era algo pequeña en esta posición. -Niclous bájame, por favor- gritaba por toda la habitación del hotel, solo para que me bajara. - Sabes cariño, tienes un buen trasero- él estaba afrente del espejo y estaba viendo mi trasero, ¿podría ser más sinvergüenza Niclous?