Harry memoriza cada trozo de esa blanca y perfecta piel, marcada solo por los colores del pecado, marfil expuesto bajo la luna; expuesto para ser adorado por encima de todo, de todos los hombres, de todos los tabúes, de todos los gritos y todas las necesidades, por encima de todos los dioses. Encuentra la respuesta, la que le dara a una ansiosa Hermione... -Si, cada pecado valio la penaAll Rights Reserved