Esta es la segunda parte de Flor Imperial. Han pasado solo dos meses desde la llegada de Soe a la mansión De la Rosa, y ya muchas cosas han cambiado. Nuestro protagonista de ojos bicolores ha afianzado relaciones, y aunque nunca deseó mal a nadie, la vida se encargó de repartir algunos castigos entre los habitantes de San Sebastián. De ser poco más que un mueble en la casa, Soe ahora tiene enemigos, aliados y dos enamorados que, encima de todo, son hermanos y están dispuestos a merecer su cariño.