-Te tengo un trato si lo aceptas, tu hermano no ira a la cárcel. -¿Que tipo de trato?-pregunto Luna, retorciéndose las manos, nerviosamente. -Has de acostarte una noche, con un rico empresario, solo satisfazlo, y tu hermano se libraria de todo mal. Desesperadamente, acepto. ¿Y ahora? ¿Que se suponía que debía hacer? Había aceptado un sin sentido, había sobrepasado todos los límites al aceptar aquello, pero todo fuera por su familia. Además, es solo una noche ¿cierto?