Story cover for El karma de la humanidad [PAUSADA] by AliskMin
El karma de la humanidad [PAUSADA]
  • WpView
    Reads 249
  • WpVote
    Votes 34
  • WpPart
    Parts 9
  • WpView
    Reads 249
  • WpVote
    Votes 34
  • WpPart
    Parts 9
Ongoing, First published Jul 15, 2017
El viento golpea su rostro y su cabello desordena. Alza su mirada y sus ojos observan el paisaje frente a él. 

Ha esperado tanto, pero tanto tiempo por sentir aquello, sentir la libertad que se le prohibió durante años...

Ahora él y los demás están sedientos de venganza, ahora ellos buscarán que aquellos seres sufran por lo mismo que ellos sufrieron. Los que alguna vez fueron víctimas se convertirán en victimarios. 


Te has preguntado alguna vez... ¿Cómo sería si los animales devolvieran todo el daño que se les ha hecho? 


La portada fue hecha por: Bianca Valentini
All Rights Reserved
Sign up to add El karma de la humanidad [PAUSADA] to your library and receive updates
or
#448salvaje
Content Guidelines
You may also like
You may also like
Slide 1 of 9
MIERDA,  ME ENAMORE DE TI cover
Lontar Wolfrahan © cover
Somos la cura cover
My favorite  crime  ( Evan peters) cover
El arte de rendirse ♡ Nomin cover
Deku Yandere X Tn [Obsesión] cover
MI ÚNICO AMOR ♡ cover
Abismo [borrador] cover
CENTINELA cover

MIERDA, ME ENAMORE DE TI

27 parts Complete Mature

se conocieron desde niños. No como amigos de la infancia, sino como vecinos que se toleraban a distancia. la suya no fue amistad de juegos compartidos ni risas inocentes; fue más bien una guerra fría de miradas cruzadas y palabras afiladas. Eran diferentes, y eso siempre fue evidente. El fingía ser rebelde, pero era solo un acto. Peleaba, aunque no supiera como, ganaba aunque siempre saliera herido. Se inventaba historias para atraer a los demás, coleccionando amistades vacías que aplaudían sus farsas. Era una máscara con patas, un chico que gritaba en silencio por atención, sin que nadie notara la grieta en su sonrisa. Ahora, el mundo le exige madurar: crecer, enamorarse, odiar de verdad... o aprender, por fin, a estar solo sin sentirse vacío. Ella, en cambio, era libre. Libre como el viento que no se deja atrapar. Ni su madre podía frenarla. Probaba de todo, lo hacía bien, y luego se aburria; no porque fallara, sino porque nada lograba retenerla. Era autentica, sin filtros, sin mascaras. Vivía sin necesitar ser vista. Y eso, precisamente eso, era lo que más lo desconcentraba a él. no era la diferencia entre ellos lo que lo perturbaba... Era su autenticidad. Su forma de ser sin esconderse, sin maquillarse el alma. Porque, en el fondo, él nunca supo ser real. Justo cuando creyeron que ya lo sabían todo el uno del otro, la vida les cambio el juego.