Hace mil años el mundo se regía por la violencia y la espada, era una época de oscurantismo, un mundo de terror, la era de los seres tenebrosos. Dichos seres eran considerados demonios, criaturas mandadas por el mismísimo Satán para hacer daño a la humanidad, y tenían razón, Satán había empezado una guerra contra los humanos, favoritos de Dios, dispuesto a controlarlos y subordinarlos.
Durante mucho tiempo, las criaturas de la oscuridad cumplieron fielmente las órdenes de su señor, orgullosos de ser los elegidos para llevar a cabo ese cometido. Los humanos fueron doblegados a la voluntad del maligno, y lo reconocieron como el único señor, haciendo que se convirtiera en amo absoluto de toda la Tierra.