El camino a la verdad no es sencillo, no es corto ni fácil de recorrer, más bien es complicado, largo y agotador. Pocos deciden empezar a caminar en dirección a su verdad, casi nadie consigue encontrarla. Es fácil que tu espíritu y tu cuerpo perezcan en el largo y agotador camino a la verdad. Es difícil mantenerse en pie durante el viaje. ¿Vale la pena entonces, encontrar la verdad? ¿Vale la pena entonces, recorrer tal camino?