Las tardes eran perfectas para salir de tu casa, recorrer las estrechas calles abarrotadas de gente y terminar en el parque acompañado de tu gato. Si había algo que Nahila más amaba, era su gato Geronimo. Y por tal razón no vaciló ni un poco al gritar: -¡Maldito, devuélveme mi gato negro! Al causante del robo de Geronimo.All Rights Reserved